Biografía y producción dramática:
Francisco Sánchez de las Brozas, el Brocense, puede considerarse un autor claramente renacentista, aunque al haber llegado a ver nacer el siglo XVII debe tener su pequeño hueco en este Catálogo. Su nombre está estrechamente ligado al humanismo español, sobre todo en lo relacionado con el lenguaje y la retórica. Fue catedrático en la Universidad de Salamanca, publicó diferentes libros de lingüística y sufrió dos procesos —en 1584 y 1596— por parte de la Inquisición a causa de su adhesión a las doctrinas filosóficas de autores como Luis Vives o Erasmo de Rotterdam.
Precisamente en relación con esos procesos inquisitoriales encontramos en el catálogo de autos sacramentales de Jerónimo Alenda una noticia referente a la práctica del Brocense como autor teatral: “Entre sus manuscritos (los que le secuestró la Inquisición en 1600), había asimismo dos autos sacramentales: el del Corpus Christi, y el del Niño perdido (Biografía del Brocensepor el señor marqués de Morante, en su Catalogus librorum)”.
Añade también Alenda que “en el auto del Niño perdido decían —los calificadores del Santo Oficio—, que usaba de un lenguaje impropio, porque daba a entender que la Virgen ignoraba que no tenía pecado […] Los catálogos de García de la Huerta y otros citan como anónimo un auto de este título”.
Madroñal, sin embargo, expone dudas acerca de la paternidad del Brocense sobre esta obra —que se inclina por atribuir a Gómez de Tejada—, ya que “siendo como fue el Brocense un erasmista que estuvo procesado por el Santo Oficio […] extraña mucho que sea suyo este auto del Niño perdido”.