Biografía y producción dramática:
La vida y la obra de Andrés de Claramonte, cómico y dramaturgo, están llenas de incógnitas, empezando por la de su nacimiento. Algunos biógrafos han hablado de su procedencia sevillana, aunque la mayoría parecen coincidir en que debió de nacer en Murcia; la fecha de nacimiento es más controvertida, pero pudo haber sido hacia 1580; tampoco se conoce su ascendencia, aunque quizá fuera su padre un Pedro de Claramonte, zapatero avecindado en Murcia en 1578.
Las actividades dramáticas de nuestro autor se documentan por primera vez en 1603, cuando Rojas Villandrando le menciona en su Viaje entretenido como uno de “los farsantes que han hecho farsas, loas, bailes, letras”; es decir, que Claramonte era ya actor y debía de haber compuesto para entonces algunas piezas teatrales. El año siguiente, casado ya con Beatriz de Castro y Virués, estaba en Valladolid con la compañía de Baltasar de Pinedo, y en 1605 pertenecía a la de Alonso de Heredia, en Sevilla, ciudad donde residiría en los años siguientes, trabajando también para el director Antonio Granados. Las primeras noticias de Claramonte como propietario de compañía teatral datan de 1607, cuando contrató representaciones para la ciudad de Toledo; los años sucesivos se documenta su presencia en Murcia, Valencia, Madrid y Córdoba.
En 1613 publicó Claramonte la Letanía moral, libro que contiene elogios poéticos de muchos autores coetáneos, así como datos sobre actores; un año antes había escrito La católica princesa Leopolda, comedia que marca para Leavitt el comienzo de su carrera dramática. En 1615 la compañía de Claramonte será una de las doce autorizadas por el rey a representar en Castilla; continuó representando autos y comedias durante los años siguientes, aunque como escritor nunca llegó a alcanzar el reconocimiento de sus contemporáneos, quienes le achacaban, entre otras cosas, una notable fealdad de estilo y una cierta falta de originalidad, manifiesta en su afición a plagiar las comedias ajenas (de “segundo Claramonte” motejaron los ingenios de la Corte a Ruiz de Alarcón cuando se confabularon contra él para acusarle de plagiario). Murió Andrés de Claramonte en Madrid, el 19 de septiembre de 1626.
Las principales características del teatro de Claramonte, señaladas por Hernández Valcárcel, son la variedad de asuntos, el fácil desarrollo de la acción, el énfasis en lo sobrenatural y lo milagroso, y un cierto gusto por los finales insólitos, buscando sorprender al auditorio; quizá por eso mismo, son algo frecuentes en sus obras las contradicciones y las escenas inverosímiles. En este sentido, Claramonte siguió fielmente los postulados del Arte Nuevo lopesco a la hora de desmarcarse de las unidades dramáticas clásicas de lugar, tiempo y acción, mezclando asimismo los elementos cómicos y trágicos. El pobre estilo y el torpe lenguaje de sus comedias, defectos indudables, están compensados con una gran riqueza plástica y escenográfica, fruto de su experiencia como director teatral, que siempre buscaría agradar a su público con espectaculares representaciones.
El escaso crédito de Claramonte como dramaturgo no le afectó sólo en su época, sino que la mayor parte de la crítica moderna viene repitiendo, desde Hartzenbusch y Menéndez Pelayo, los juicios de valor muy negativos sobre la calidad de sus obras y, sobre todo, sobre su plagiarismo. Dado que Claramonte fue actor y director de compañía, es bastante probable que se valiera de textos de otros dramaturgos en beneficio propio, refundiéndolos o apropiándoselos; de ahí la enorme confusión que existe en la delimitación de su verdadero corpus dramático, especialmente en relación con varias obras atribuidas por lo común a Tirso de Molina. Desde hace varios años, sin embargo, se han publicado varios polémicos trabajos (de Cantalapiedra y Rodríguez López-Vázquez, sobre todo) que reivindican la paternidad de Claramonte sobre obras tan importantes como El burlador de Sevilla o El condenado por desconfiado.
El problema textual de esta obra atribuida a Tirso de Molina ha dado lugar a una enconada polémica; existe una refundición titulada Tan largo me lo fiáis, y Rodríguez López-Vázquez (1987 y 1990) ha defendido la paternidad de Claramonte sobre el original de esta comedia (quizás El difunto vengador;); pero Vázquez (1995) ha negado rotundamente tan posibilidad.-La capitana del cielo.
Véase también Wade / Mayberry (1962), Cruickskank (1981), Rodríguez López-Vázquez (1987 y 1990) y Ruano de la Haza (1995).
Comedia desconocida; Esquerdo Sivera (1979, 223) cita un documento donde se dice que fue representada en Valencia y se atribuye a Claramonte.-La católica princesa Leopolda, prima de doña Margarita de Austria, o elección de Matías. BNM, Ms. 15.334 (fechado en 1612).
Según San Román (1935, lxxix), fue dada a conocer en las fiestas de Quintanar de la Orden, en 1613, por la compañía de Juan de Salazar.-Los comendadores de Córdoba. Según la noticia de Rennert y Castro (1968, 470), “escrita de mano de Claramonte (es) la de Álvaro Cubillo titulada La mayor venganza de honor”.
López Tascón (1935) se la atribuye a Remón.-De Alcalá a Madrid. BNM, Ms. 15.084. Impresa: suelta.
La Barrera la cita como De los méritos de amor, el silencio es el mayor.-De lo vivo a lo pintado. BNM, Ms. 15.669. Impresa: suelta, Sevilla, s.a.
Comedia tradicionalmente atribuida a Lope de Vega, aunque su paternidad es muy dudosa.-Don Gil de la Mancha.
Rodríguez López-Vázquez (2000) cree que es de Claramonte; se atribuye también a Cáncer.
Comedia de paternidad muy dudosa, atribuida también a Rojas Zorrilla, Lope de Vega y Castillo Solórzano; véase Luenow (1955).-Don Jaime el conquistador.
Esquerdo Sivera (1979, 226) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte; Reyes Peña (1997) documenta la propiedad sobre esta comedia de Cristóbal Ortiz en 1620.-La esclava del cielo, Santa Engracia.
Esquerdo Sivera (1979, 227) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.-La estrella de Sevilla. Impresa: suelta, s.l., s.a.
Comedia de autoría dudosa, atribuida a Lope, Cárdenas o Vélez de Guevara; Leavitt (1931) y, más recientemente, Rodríguez López-Vázquez (1991 y 1998) se la atribuyen a Claramonte (el Clarindo de la obra); véase también Kennedy (1993) y Oleza (1998).-Filippo innamorato. Obra desconocida, citada por Fabio Franchi en su Ragguaglio di Parnaso.
Esquerdo Sivera (1979, 227) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.-El gran rey de los desiertos, San Onofre. Representada en Sevilla, por Ortiz y los Valenciano, en 1620; durante la función del 25 de julio se produjo un terrible incendio en el teatro. Impresa: Madrid, 1655.
Esquerdo Sivera (1979, 238) cita un documento donde se menciona una representación valenciana titulada Vida y muerte de San Onofre.-El honrado con su sangre. Representada por Vallejo. Impresa: Valencia, 1629 (a nombre de Lope).
Hernández Valcárcel la daba por perdida, pero se conserva un ejemplar en la HSA atribuido a Claramonte.-El infante de Aragón. Juliá Martínez (1932-1933) da noticia detallada de esta rara comedia, existente manuscrita en la BPT. Fue representada, al parecer, por la actriz apodada Amarilis; en octubre de 1622 la compañía de Cristóbal de Avendaño la representó en Palacio.
Hernández González (1995) descarta la autoría de Lope y adjudica la obra a Claramonte, basándose en criterios métricos y temáticos; fecha la comedia en torno a 1615-1620.
Comedia de atribución dudosa; se imprimió a nombre de Calderón, aunque en un manuscrito con licencia del 30 de diciembre de 1626 (BNM, Ms. 16.639) se atribuye a Claramonte; en la cubierta se dice también que es de Calderón, pero él mismo rechazó la paternidad en el primer tomo de sus Autos. La copia está hecha por Francisco Henao y Romaní para la compañía de Juan Acacio Bernal.-La infeliz Dorotea. Manuscrito dedicado al director Juan Bautista Valenciano, en 1620; lleva aprobación de Vargas Machuca, a 12 de noviembre de 1622 (BNM, Ms. 15.226).
Hay otro manuscrito de la BMM a nombre de Claramonte.
Otros testimonios la atribuyen a Lope o a Tirso; véase Asturias (1963), Varey / Shergold (1989, 203-4), Cantalapiedra (1990) y Kirby (1992 y 1994).
Rodríguez (1990): “Es copia de Antonio Hurtado de Mendoza”; la ha editado Ganelin (1987).-El inobediente, o la ciudad sin Dios. BNM, Ms. 15.443. Impresa: Madrid, 1652.
Aunque se atribuye a Lope en la poco fiable Parte 26 “extravagante” (Zaragoza, 1645), es de Claramonte; quizá se trate de una refundición de una hipotética obra anterior de Lope.-La libertad restaurada. Esquerdo Sivera (1979, 230) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.
En los índices de Medel y García de la Huerta se atribuye a Lope, y a Calderón —que la rechazó— en el de Fajardo; Hernández Valcárcel cita otra copia manuscrita en una colección facticia de comedias de Calderón, en la BAP (4º Bl 4113, 7ª pièce).-La mayor venganza de honor. Véase Los comendadores de Córdoba.
Comedia de atribución muy dudosa, ya que se ha propuesto a Moreto, Pérez de Montalbán (con el título de El cardenal Morón), Godínez y el propio Claramonte, como posibles autores.-No sois vos mi vida para labrador.
Schaeffer cree que puede ser Claramonte por aparecer un personaje llamado Clarindo, seudónimo suyo; pero la hipótesis ha sido poco tenida en cuenta por la crítica (excepto Rodríguez López-Vázquez).
Manuscrito de la primera mitad del XVII (Parma, CC* V.28032).
Este manuscrito, corregido por Francisco de Rojas, se titula Corona derribada y Vara de Moisés, y se atribuye a Lope de Vega, pero su autoría es muy dudosa; véase Vega García-Luengos (1987) y Varey / Shergold (1989, 164).
Esquerdo Sivera (1979, 232) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia desconocida a nombre de Claramonte.-El nuevo rey Gallinato, y la ventura por desgracia. Representada en Salamanca en 1604, por Baltasar de Pinedo. BNM, Mss. 15.319 y 2.643; con loa a Zamora.
Atribuida a Lope en varios testimonios, la paternidad de esta comedia es bastante dudosa; Rodríguez (1985) cree que es de Claramonte.-El rey don Pedro en Madrid. Véase El infanzón de Illescas.
Consta una representación el 15 de junio de 1642, por Alonso Caballero.
Esquerdo Sivera (1979, 235) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.-La serrana de Aravalle.
Esquerdo Sivera (1979, 235) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.-Tan largo me lo fiáis. Véase El burlador de Sevilla.
Esquerdo Sivera (1979, 237) cita un documento donde se menciona una representación valenciana de esta comedia a nombre de Claramonte.-El valiente negro en Flandes. 1ª parte: Barcelona, 1638 (consta una representación palaciega del año anterior).
La segunda parte se representó en el murciano Teatro del Toro, en 1612, por el director Vicente Guerrero, a quien se ha tenido a veces por autor de esta continuación.-La venganza de Tamar.
Comedia supuestamente de Tirso, aunque Esquerdo Sivera (1979, 238) cita un documento donde se menciona una representación valenciana a nombre de Claramonte.-La ventura por desgracia. Véase El nuevo rey Gallinato.
-Los corporales de Daroca. Escrito en 1623 para el Corpus sevillano, representado por Alonso de Olmedo.
Autos
Véase El horno de Babilonia en Calderón.-El horno de Constantinopla. Representado en Sevilla por Tomás Fernández, en 1624. Autógrafo en la BNM, Ms. 17.391.
Es auto sacramental, aunque La Barrera lo cita doblemente como tal y como comedia.-La jura de Baltasar. “Moratín le cita en concepto de comedia. Fuese lo uno o lo otro, se representaría en 1632, año en que tuvo efecto la jura del malogrado príncipe don Baltasar Carlos” (Alenda, 1918, 221).
-La asunción de la Virgen. Loa sacramental. Impresa: Sevilla, 1621.
Teatro breve
Ganelin (1987) daba noticia de una Loa sacramental en metáfora de las iglesias de Sevilla, representada —por la compañía de Pedro Cebrián— e impresa en 1620; pero Reyes (1999) ha comprobado tras su localización que es esta misma.-Loa en metáfora de las iglesias de Sevilla. Véase Las calles de Sevilla.
Acompañó a una representación del auto Los ángeles, de Bernardo Luis de Cárdenas.
Revisión de la producción dramática, según el análisis estilométrico de ETSO: