Godínez Manrique, Felipe

(1582 - 1659)

 Biografía y producción dramática:

Biografía

Felipe Godínez era vástago de una familia de judeoconversos portugueses, cuyos ascendientes conocemos bastante bien. De la rama paterna, afincada en el Algarbe, sabemos que los varones se dedicaron especialmente a los negocios y que su abuela fue condenada por judaizante a penas leves por la Inquisición portuguesa. En la línea materna encontramos médicos que estuvieron al servicio de la casa real de Avís y a su tío Felipe Denís, destacado mercader a gran escala inmerso en las redes del comercio intercontinental que sufrió un proceso ante el Santo Oficio de Venecia.
Godínez nació en Moguer poco antes de la Navidad de 1582, pues recibió el bautismo en su iglesia parroquial el día 24 de diciembre. Era el hijo menor del matrimonio formado por Duarte Méndez –más adelante se añadió Godínez como segundo apellido- inmigrante llegado a la villa hacia 1563, y María Denís Manrique. Su padre obtuvo pingües beneficios de su participación en los negocios comerciales del clan familiar (el tinte llamado pastel, procedente de las Azores; especias de Oriente y tejidos), del arrendamiento de rentas señoriales y eclesiásticas, así como de la exportación de aceite, vinos y frutos secos a Canarias y a Indias. Esos envíos a América procedían del cobro de diezmos y de la producción de las tierras de vides y árboles frutales que había ido adquiriendo a lo largo de los años. Este sostenido aumento del patrimonio hizo de él un próspero hacendado rural. Paralelamente al acrecentamiento de su fortuna fue consolidando su estatus social entre la oligarquía del lugar, ascenso que se vio culminado por la consecución de una regiduría perpetua en el cabildo de la villa en 1604.
La infancia del dramaturgo transcurrió en un hogar criptojudío, en cuyo seno recibió de las mujeres de la familia –como era tradicional en comunidades que vivían entre la fe mosaica y el cristianismo- creencias, ritos y hábitos hebraicos. Debió de aprender las primeras letras en la escuela de gramática y latinidad de Moguer, para pasar seguramente a algún estudio jesuita cercano (tal vez el de Trigueros o el de Sevilla). En 1597 está documentada su presencia en Madrid para proseguir su formación en el convictorio de la Compañía de Jesús, que solo unos años más tarde sería llamado Colegio Imperial. La impronta intelectual dejada en él por los padres del instituto ignaciano fue honda. Su traslado a la corte coincidió con el de su hermano primogénito, Jorge Méndez Godínez, que prestaba servicios en la corte al V y VI duque de Béjar, como abogado en su consejo, y de quienes llegó a ser hombre de confianza, pues ambos lo nombraron albacea testamentario en sus últimas voluntades.
En octubre de 1600, aún con el nombre de Felipe Denís, se matriculó en cánones en Alcalá, donde siguió un curso completo, del que solicitó un certificado al concluirlo para continuar sus estudios en otra universidad, posiblemente la de Valladolid. De ese período data su más antigua composición conocida: el soneto laudatorio escrito para el libro de Bartolomé Jiménez Patón Elocuencia española en arte.
Hacia 1604, ya trocado el apellido en Godínez, se instaló en Sevilla para estudiar teología e iniciar, en 1608, la carrera eclesiástica. En esta ciudad recibió todos los grados de órdenes menores y mayores hasta el diaconado, en 1612. Su consagración sacerdotal tuvo lugar en 1613, probablemente en Faro. Obtuvo el título de bachiller en teología en 1610 en el sevillano colegio mayor de Santa María y el de licenciado en 1613 (se desconoce dónde recibió este último grado). En 1610 concurrió con una glosa en octavas a las fiestas organizadas por los jesuitas para celebrar la beatificación de Ignacio de Loyola y Francisco Javier. Parece ser que en ese mismo año ya tuvo un roce con la Inquisición, pues en las sesiones del Cabildo municipal hispalense se vetó la representación de autos suyos en la fiesta del Corpus para evitar problemas con el Santo Oficio. Por este motivo se puede deducir que, aunque sus primeras comedias -de las que han llegado hasta nosotros- presentan la fecha de 1613 escrita en las copias de compañías que las llevaron a escena, es seguro que ya había escrito antes para el teatro. En 1614 Cervantes lo citó en el Viaje del Parnaso.
Entre el verano de 1610 y fines de 1615 residió la mayor parte del tiempo en su villa natal, en una especie de retiro, aunque realizó viajes ocasionales a otros lugares por diversos motivos, generalmente relacionados con sus estudios y su ordenación eclesiástica.
En julio de 1615 asistió al sepelio del VII duque de Medina Sidonia, entre cuyo séquito funerario lo cita Pedro Espinosa en Elogio al retrato de don Manuel Alonso Pérez de Guzmán el Bueno. Antes de terminar aquel año su hermano Jorge y él entraron al servicio del heredero de la noble casa; el licenciado en leyes como miembro de la cámara y consejo del prócer y Felipe Godínez como capellán en el hospital de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda. En abril de 1617 ambos cesaron en su asistencia al magnate.
El licenciado Jorge Méndez Godínez se reintegró en 1618 a su antigua ocupación de oidor y consejero jurídico del VI duque de Béjar y, por su intercesión, el aristócrata concedió una pensión anual de cien ducados al dramaturgo.
Tras la muerte de su padre en Moguer, entre fines de 1619 y comienzos de 1620, Felipe Godínez Manrique –así firmó en algún documento de esa época- se estableció en Sevilla, alquilando una casa en la collación de San Juan de la Palma, en la que habitaría con su madre, de la que tomó el segundo apellido; su sobrina Mariana; sus hermanas Felipa y Leonor y el marido de esta, don Luis de Tovar, hijo menor del insigne médico y botánico, amigo de Arias Montano, el doctor Simón de Tovar.
Al final de la primavera o comienzos del verano de 1622 Godínez y las mujeres de su familia que vivían en su morada fueron detenidos y encarcelados por los alguaciles del Santo Oficio bajo la acusación de haber judaizado. Estando ya preso, su nombre apareció en un pasquín anti-inmaculista, procedente de algún convento dominico, colocado en una columna de la Alameda de Hércules. Esto confirma la idea de que tenía enemigos entre la orden de predicadores por su postura favorable a la defensa de la concepción inmaculada de la Virgen en la agria controversia que tanta agitación produjo en la ciudad hispalense. Sufrió un largo proceso, pues sus jueces no se pusieron de acuerdo en la calificación de su culpa, y su expediente se envió a la Suprema votado en discordia en febrero de 1624. Sus bienes fueron embargados y sacados en almoneda en varias ocasiones para costear la manutención durante el encarcelamiento. Su madre y hermanas salieron en un auto de fe en la iglesia del convento dominicano de San Pablo, condenadas a penas leves, en junio de 1624. Su sobrina quedó absuelta al superar la sesión de tormento a la que se le sometió. El dramaturgo ocupó un lugar destacado en el espectacular auto público celebrado en la plaza de San Francisco el 30 de noviembre de aquel año, en el que también se leyó la sentencia condenatoria por seguidor de la herejía de los alumbrados al padre Francisco Méndez, pariente de los Godínez, representado en efigie por estar ya difunto.
La Inquisición impuso al comediógrafo las penas de confiscación de bienes, un año de reclusión, seis de destierro, privación a perpetuidad de sus órdenes y de cualquier oficio y beneficio eclesiástico. La penitencia de carcelería la comenzó a cumplir en el hospital sevillano de San Hermenegildo, pero transcurridos seis meses se le alzó el castigo del confinamiento. A mediados de 1625 Godínez partió hacia Madrid, donde habría de residir el resto de su vida.
Establecido en la corte con sus hermanas y su sobrina, mermados sus recursos económicos por la pérdida de las rentas de las propiedades agrarias y de los beneficios eclesiásticos, se vio obligado a aumentar su dedicación al teatro para sobrevivir y mantener a la familia que lo acompañaba con los ingresos de la venta de sus comedias. Participó activamente en la vida literaria madrileña, siendo alabado por Pérez de Montalbán, Antonio Enríquez Gómez y Lope de Vega (este con cierta ironía) y despiadadamente zaherido por Quevedo. Desde 1626 ostentó el título de doctor.
En la década de 1630 escribió un buen número de comedias –la mayoría de las conservadas- y alcanzó su más alto de reconocimiento como autor dramático. En 1637 participó en una famosa academia burlesca del Buen Retiro, presidida por Luis Vélez de Guevara. A comienzos del decenio siguiente fue rehabilitado en su condición sacerdotal, por lo que pudo volver a ejercer como predicador –en 1644 pronunció el sermón en la misa de réquiem por don Jerónimo de Quintana- y obtener la colación de capellanías, decayendo en su actividad literaria.
Murió en Madrid, en la casa que habitaba en la calle de las Cabezas, el 3 de diciembre de 1659 y fue enterrado en la iglesia de San Justo y Pastor.
Encuadrado dentro de la escuela de Lope, Godínez cultivó principalmente las comedias bíblicas –con un porcentaje muy alto sobre el total de su producción- y también las cortesanas, históricas y de vidas de santos. En ellas trata los temas de la privanza y el abuso de poder y, de forma llamativa, el del honor, que adquiere en sus obras un tratamiento a contracorriente de los cánones de la época, ya que niega su transmisión hereditaria para basarlo en los méritos personales. Asimismo, discurre en sus comedias sobre asuntos amorosos (los celos, sobre todo), morales (el libre albedrío) o, como subraya Piedad Bolaños, relacionados con la astrología, a la que concedía mucho crédito. En general, el enfoque de los diversos temas por este comediógrafo responde a su mentalidad judaica, aunque sus creaciones no dejan de amoldarse a las exigencias ideológicas de su tiempo.

Producción dramática

Comedias

-Acertar de tres la una. RAE, 41.IV.63. Impresa: suelta, s.l., s.a.
-Adquirir para reinar.
Si Godínez escribió una comedia con este título, hoy en día de encuentra perdida. La atribución procede del Índice de Medel, aunque puede ser confusión con una obra así titulada del Dr. Tomás de Genís, fechada a principios del s. XVIII, conocida también como Triunfos de Felipe V y glorias de Gabriela. La recoge Herrera Navarro en su Catálogo.
-Amán y Mardoqueo. Escrita hacia 1630. Representada en Palacio el 17 de diciembre de 1637, por la compañía de Bartolomé Romero. Impresa: Madrid, 1653.
Segunda versión del tema ya tratado en La reina Ester, inspirada a su vez en La hermosa Ester, de Lope.
Fue llamada también La horca para su dueño, título atribuido en ocasiones a Lope de Vega.
-El arpa de David.
Obra desconocida, que se citaba como de Godínez en las relaciones del auto de fe por el que pasó en 1624.
En alguna ocasión se ha relacionado con Las lágrimas de David.
-Aun de noche alumbra el sol. Constan representaciones palaciegas de 1634 y 1636, por Antonio de Prado. BMM, Ms. 1-2-17. Cardona (1996) cita una edición en la BC.
-Basta intentarlo. Representada en Palacio el 3 de marzo de 1637, por la compañía de Alonso de Olmedo (quien ese mismo año denunció le había sido robada ésta y otras obras de Godínez). BNM, Ms. 17.394. Impresa: Zaragoza, 1640.
-Cautelas son amistades. Representada en Palacio el 16 de septiembre de 1635, por la compañía de Juan Martínez.
Se atribuye a Moreto con los títulos Lo que merece un soldado y La cautela en la amistad, aunque su paternidad parece muy discutible.
En varias listas, como la de Medel, se atribuye a Godínez una comedia titulada Los dos Carlos, que se ha identificado con ésta (Williamsen cita un códice con este título en la BNM, Ms. 18.074, del XVII).
Esquerdo (1979, 230) cita un documento donde Lo que merece un soldado se atribuye a Rosete; véase Varey / Shergold (1989, 77-78).
-Celos son bien y ventura. Impresa: Madrid, 1670.
Medel la atribuye a Godínez en una ocasión, y a Juan Vélez de Guevara en otra; otros incluso se la adjudican a Vélez padre, aunque por confusión.
Vega (1986, 104) cree que “estamos ante el resultado de la refundición, por cuenta de otro autor, de una comedia previamente escrita por Felipe Godínez”.
-La corona derribada y Vara de Moisés. Véase La milagrosa elección.
-De buen moro, buen cristiano. BNM, Ms. 16.437, escrito en Granada, por Luis López, en 1648.
Según Vega (1994), formaría una trilogía con O el fraile ha de ser ladrón y Ha de ser lo que Dios quiera.
Lohmann (1945, 240) documenta una representación de 1653 en Lima, donde se acompañó con un baile y un entremés de título desconocido.
-Los dos Carlos. Véase Cautelas son amistades.
-La Godina.
Se trata de una comedia no identificada, de la que hizo Lope de Vega una referencia en una carta de agosto de 1628: “La comedia que llaman La Godina, por ser su autor el doctor Godínez, con que tenían amenazados los poetas, se representó ayer”. Para Bolaños, puede tratarse de La reina Ester, identificación que discute Vega.
-Ha de ser lo que Dios quiera. Representada en Palacio en 1629 y 1630, por la compañía de Antonio de Prado. Impresa: suelta, s.l, s.a. (del XVII).
Comedia perdida durante mucho tiempo, recientemente recuperada por Vega García-Luengos, quien la agrupa en una trilogía junto con De buen moro y O el fraile ha de ser ladrón, o el ladrón ha de ser fraile.
Fue refundida por Lanini en Será lo que Dios quisiere.
-La horca para su dueño. Véase Amán y Mardoqueo.
-Judith y Holofernes.
Comedia desconocida, citada en textos apologéticos del teatro, publicados en 1667 y 1681.
Alenda (1918, 220) cita esta obra como auto, haciéndose eco de los catálogos de García de la Huerta, La Barrera y otros.
-Las lágrimas de David. Para Onrubia fue compuesta en 1613, aunque Vega la fecha hacia 1635. Se representó en Palacio el 14 de noviembre de 1635 por la compañía de Juan Martínez. Impresa: suelta, Barcelona, s.a.
Medel cita otras con el mismo título de Lope de Vega y Calderón.
Según Mayberry, sería obra de Tirso de Molina, y formaría parte de una trilogía davídica junto con La venganza de Tamar y Los cabellos de Absalón.
Bolaños cita una copia con el título de El rey más arrepentido.
-Lo que merece un soldado. Véase Cautelas son amistades.
-Ludovico el piadoso. BNM, Ms. 17.076, fechado en 1613.
-La mejor espigadera.
Comedia perdida, cuya referencia procede de los mismos documentos que la de Judith y Holofernes.
Hay una con este título de Tirso de Molina.
-La milagrosa elección. Representada en Palacio por Juan de Morales hacia 1622-1623. Manuscrito de la primera mitad del XVII (Parma, CC* V. 28032).
Este manuscrito, corregido por Francisco de Rojas, se titula La corona derribada y Vara de Moisés, y se atribuye a Lope de Vega. Sin embargo, su paternidad es muy dudosa, como apuntan Menéndez Pelayo y Vega García-Luengos (1987).
Se han propuesto también las autorías de Moreto, Matos Fragoso y Claramonte. Con el título de El cardenal Morón se atribuye a Pérez de Montalbán.
Véase Varey / Shergold (1989, 164).
-El norte de Extremadura. Véase La Virgen de Guadalupe.
-O el fraile ha de ser ladrón, o el ladrón ha de ser fraile. Impresa: suelta, s.l., s.a.
Comedia de santos atribuida a veces a Calderón; según Vega (1994), formaría una trilogía con De buen moro y Ha de ser lo que Dios quiera.
-La paciencia de Job. Véase Los trabajos de Job.
-La paciencia en los trabajos. Véase Los trabajos de Job.
-El primer condenado. Impresa: suelta, s.l., s.a.
Según Vega, que ha recuperado esta perdida comedia, debió de ser escrita hacia 1637 o 1638, fecha de la Loa con que empezaron Rueda y Ascanio, de Quiñones de Benavente, donde aparece mencionada. Consta también representación en Hita en septiembre de 1640.
-El provecho para el hombre.
Obra perdida durante mucho tiempo, que en varios repertorios se citaba incluso como auto sacramental; la localización de una suelta por parte de Vega ha permitido descubrir que se trataba, en realidad, de Los trabajos de Job.
-La reina Ester. Manuscrito de representación de 1613, donde consta dos veces el nombre de Godínez (BNM, Ms. 17.120).
Inspirada en La hermosa Ester de Lope de Vega.
-El rey más arrepentido. Véase Las lágrimas de David.
-San Mateo en Etiopía. BNM, Ms. 15.701, de 1635. Representada en la Montería de Sevilla, en 1642, por la compañía de Bartolomé Romero. Impresa: Madrid, 1667.
-El soberbio calabrés.
Comedia citada por Medel, pero de la que Vega no ha podido aportar ningún dato.
-El soldado del cielo, San Sebastián. Manuscrito de 1613, realizado por Justo de Porras y corregido por otra mano (que Paz y Melia identifica con la de Rojas).
Vega discute la atribución a Godínez.
Una comedia titulada San Sebastián fue representada en la Montería de Sevilla, en 1642, por la compañía de Manuel Vallejo.
-El tener o no tener. Representada ante Felipe IV en 1636.
Esta comedia formaba parte, junto con otras de Godínez, del repertorio de la compañía de Alonso de Olmedo Tofiño, quien denunció que le había sido robada en 1637. Fue atribuida a Godínez por Menéndez Onrubia, aunque Vega lo discute.
-Los trabajos de Job. Escrita hacia 1636. Impresa: Barcelona, 1638; en varias ediciones se acompaña de la coletilla “la nueva”, quizá para distinguirla del auto sacramental homónimo (véase abajo) o, más probablemente, de una comedia anterior (de hacia 1610-1615) titulada La paciencia de Job, falsamente atribuida a Calderón; Vega pensó en un principio (1994) que Godínez se habría inspirado en esta comedia, ajena a su pluma, aunque más recientemente (1998c) se inclina por pensar que es también suya.
Medel atribuye una con el mismo título a Lope de Vega, aunque parece errata por Los trabajos de Jacob.
Llamada también La paciencia en los trabajos y, según Mesonero Romanos, La prueba de la paciencia (segundo título de El ejemplo de las casadas, de Lope); también se imprimió con el título de El provecho para el hombre.
Bolaños cita el Ms. 18.078 de la BNM como La paciencia más constante.
La compañía de Francisco Hurtado representó en Lima en 1639 La comedia de Job, que pudiera ser la de Godínez; ésta, en cualquier caso, perteneció al repertorio de la compañía de Alonso de Olmedo, quien en 1637 denunció que le había sido robada, junto con otras obras de Godínez como Basta intentarlo y Tener o no tener.
Una comedia titulada Job fue representada el 6 de noviembre de 1650 en Palacio.
En la BMM se conserva un guión de la música para Los trabajos de Job (Varey / Shergold, 1989, 138).
Una comedia titulada La paciencia de Job fue representada en Lima, en 1625; véase Lohmann (1945, 200).
-Los trabajos de Tobías.
No existe ninguna referencia documental de esta comedia como obra de Godínez, ya que se trata de una pieza del repertorio de Tirso de Molina. La atribución (claramente errónea para Vega) procede de la Historia del teatro español y otras obras de Ángel Valbuena Prat.
-La traición contra su dueño. Autógrafo fechado en Madrid el 28 de abril de 1626, con licencia autógrafa de Lope de Vega (BNM, Ms. 18.320). El ejemplar procede de los fondos de Gayangos.
La Barrera citaba un autógrafo (desconocido hoy) fechado a 14 de julio de 1628, procedente de los fondos del Duque de Osuna.
-La venganza de Tamar. Impresa: Sevilla, comienzos del XVIII.
Esta suelta atribuye la paternidad de esta comedia de Tirso a Felipe Godínez, aunque Vega niega que la intervención de éste fuera más allá de alguna desafortunada refundición.
Se publica junto con el Entremés gracioso de Morogueco, de Quiñones (Los ladrones y moro hueco, y la parida), aunque va anónimo.
-La Virgen de Guadalupe. Impresa: Madrid, 1655.
Mesonero Romanos lo citaba como auto sacramental, aunque es una de las comedias del tomo Autos sacramentales con cuatro comedias nuevas.
Hay una comedia con el mismo título de Bances Candamo y Hoz y Mota, y un auto anónimo atribuido a Cervantes.
Hay alguna copia con el título El norte de Extremadura, la Virgen de Guadalupe.

Autos

-El divino Isaac. Autógrafo en la BNM, Res. 137. Impreso: suelto.
-El ignorante discreto. Véase El príncipe ignorante discreto.
-El nacimiento de Cristo. Impreso: Madrid, 1675.
-Los pastores de Belén. Dos coloquios. BNM, Mss. 16.727 y 16.431. Impresos: Madrid, 1655; véase Menéndez Onrubia (1983).
Bolaños cita también el Ms. 2.772 de la BNM, de finales del XVII.
-El premio de la limosna y rico de Alejandría. Impreso: Madrid, 1644.
Adaptación de Pedro Telonario, de Mira de Amescua.
Antonio de Prado representó en 1629-1630 Lo que puede la limosna, obra desconocida que podría ser este auto de Godínez.
Méndez Bejarano citaba el auto El rico de Alejandría como escrito para el Corpus de 1664.
-El príncipe ignorante y discreto. “Auto a lo divino”, representado por la compañía de Antonio de Prado hacia 1630. BNM, Ms. 15.257; “copia de mano de don Francisco de Roxas (de Madrid)”, según Alenda (1918, 215), quien lo cita como El ignorante discreto; La Barrera añadía como segundo título Juicio final.
Bolaños pensaba que quizás fuera ésta la obra titulada El príncipe ignorante, representada en Palacio hacia 1622, pero Varey y Shergold (1989, 191) advierten que el documento original se refiere a representaciones de comedias en el cuarto de la reina; debe de tratarse de una comedia impresa a nombre de Lope de Vega, hoy desconocida.
Hay otro auto anónimo con el mismo título, escrito quizás por Tirso de Molina.
-El provecho para el hombre.
En varios catálogos (Mesonero, Alenda, Méndez Bejarano) se citaba como auto sacramental, pero Vega ha descubierto que se trata de la comedia Los trabajos de Job (véase arriba).
-Los toros del alma. Manuscrito con nombre del autor (BNM, Ms. 17.311); otros dos anónimos, en la BNM (Ms. 17.130) y Parma (CC* III 2804-3).
Aceptan la autenticidad Alenda, Flecniakoska y Bolaños; Profeti y Vega, sin embargo, plantean dudas sobre la paternidad de Godínez.
-Los trabajos de Job. Escrito entre 1624-1636. BNM, Ms. 17.035, del XVII.
En la hoja de guarda se clasifica este ejemplar como “Auto sacramental”, aunque no tiene ninguna de las características del teatro eucarístico.
Germán Vega dudaba en un principio que fuera obra de Godínez, aunque más recientemente (1998c) ha aportado argumentos a favor de la tesis de que “estaríamos ante un tenaz caso de reescritura”, ya que sobre Godínez recaería la paternidad no sólo de este auto, sino también de dos comedias sobre el mismo tema, La paciencia de Job y Los trabajos de Job.
-La Virgen de Guadalupe. Véase esta entrada en el apartado de las comedias.
Vázquez Estévez cita como auto La virgo de Guadalupe, incluido en Autos sacramentales (Madrid, 1675); empieza: “Quien vio en villano sayuelo”.

Teatro breve

-Romance. Manuscrito en la BITB; no sabemos de qué tipo de obra se trata (tal vez una jácara), pero Simón Palmer (1977, 23) la recoge en su catálogo de obras teatrales.

Bibliografía

Registro realizado a partir del catálogo de Urzáiz (2002) y revisado y actualizado con nuevos datos biográficos por Francisco Javier Sánchez-Cid Gori.
Bibliografía citada en el Catálogo de Urzáiz:
Citada en el Catálogo de Urzáiz: Catálogo (1834); La Barrera, 171-72; Álvarez Espino (1876); Sánchez Arjona (1898, 158-63); Castro (1902); Méndez Bejarano, I, 251-53; Simón Díaz, X, 660-666; Menéndez Onrubia (1977 y 1983); Williamsen (1982, 53-63); Profeti (1982); Bolaños (1983, 1991 y 1995); Vega García-Luengos (1986, 1994, 1998 y 1998c); Arellano (1995, 401-4); Reynolds / Szmuk (1998, 236-37 y 464-65).
Bibliografía actualizada en 2023 por Francisco Javier Sánchez-Cid Gori:
Desde que salió a la luz el catálogo de Urzáiz, y especialmente en los últimos años, se han publicado muy valiosos trabajos que tratan aspectos relativos a las obras de Godínez. Entre los autores de estos estudios –sin pretender ser exhaustivos en la enumeración- destacan Germán Vega García-Luengos, Piedad Bolaños Donoso, Carmen Menéndez Onrubia, Maria Grazia Profeti, Ruth Fine, Lourdes Albuixech, Natalia Fernández Rodríguez, Juan Carlos Garrot Zambrana, Juan Matas Caballero, Francisco Florit Durán, Miquel Beltrán Munar, Esperanza Rivera Salmerón, Gema Cienfuegos Antelo e Irene González Escudero.
Si nos ceñimos a las publicaciones de investigadores que han aportado nuevos datos para su biografía la lista es mucho más corta. Citamos a continuación estas contribuciones:
-Bolaños Donoso, Piedad, "Historia de un enigma literario: el auto de El nacimiento de San Juan Bautista y su contexto festivo sevillano de 1610", Castilla. Estudios de Literatura, 5, (2014), pp. 308-389.
-Reyes Peña, Mercedes de los, "Un pasquín anti-inmaculista en la Sevilla del primer tercio del siglo XVII", en Reyes Peña, M. de los; Reyes Cano, R. y Wagner, K. (coord.), Sevilla y la literatura: homenaje al profesor Francisco López Estrada en su 80 cumpleaños, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2001, pp. 133-160.
-Sánchez-Cid, Francisco Javier, "Libros y lecturas de Felipe Godínez", Montemayor, Moguer, Fundación Municipal de Cultura (2009), pp. 40-54.
-Sánchez-Cid, Francisco Javier, "Nacimiento y orígenes familiares de Felipe Godínez", en García-Lara, E. y Serrano, A. (coord.), Dramaturgos y Espacios teatrales andaluces de los siglos XVI-XVII, Almería, Instituto de Estudios Andaluces, 2011, pp. 281-300.
-Sánchez-Cid, Francisco Javier, "Felipe Godínez y el VIII duque de Medina Sidonia", en J. M. Rico García y P. Ruiz Pérez(ed.), El duque de Medina Sidonia. Mecenazgo y renovación estética, Huelva, Universidad de Huelva, 2015, pp. 275-288.
-Sánchez-Cid, Francisco Javier, La familia del dramaturgo Felipe Godínez: un clan judeoconverso en la época de la Contrarreforma, Huelva, Universidad de Huelva, 2016.
-Sánchez-Cid, Francisco Javier, Prisión, proceso y condena de Felipe Godínez y algunos miembros de su familia por la Inquisición sevillana, eHumanista/Conversos 5 (2017), pp. 1-22.

 Revisión de la producción dramática, según el análisis estilométrico de ETSO: 

Obras del autor/a con análisis estilométrico

  • Amán y Mardoqueo
  • Aun de noche alumbra el sol
  • Basta intentarlo
  • La fuerza de Tamar (No)
  • La paciencia de Job (No concluyente)
  • La reina Juana de Nápoles (No concluyente)
  • Obrar bien, que Dios es Dios