Biografía y producción dramática:
Pedro Fernández Ruiz de Castro y Osorio, conde de Lemos, de Andrade y Villalba, y marqués de Sarriá, nació en Galicia en 1576. Recibió una exquisita educación, y se crió en un ambiente de amor a las letras, que cultivó desde muy joven. En 1598, cuando era aún marqués de Sarriá, eligió a Lope de Vega como secretario, iniciándose entre ambos una gran amistad. Se casó con una prima suya, Catalina de Sandoval; desde 1607 era presidente del consejo de Indias, y en 1610 fue nombrado virrey de Nápoles. En su corte italiana se rodeó de poetas y hombres de letras amigos suyos, como los hermanos Argensola, Mira de Amescua o Barrionuevo, formando una academia literaria a imitación de las que se celebraban en Madrid y otras ciudades españolas, donde se improvisaban concursos poéticos y representaciones teatrales burlescas; el propio Cervantes sería uno de los ingenios que se vieron favorecidos por el mecenazgo del conde de Lemos, y así le dedicó sus principales obras, las Novelas ejemplares, las Ocho comedias, el Persileso la segunda parte del Quijote.
Regresó a España en abril de 1616; se le nombró presidente del consejo de Italia y fue destinado al servicio del príncipe Felipe como gentilhombre de cámara, cargo que desempeñaba también por entonces el conde-duque de Olivares. Tras algunos años de agitada vida política, se retiró a descansar a su señorío de Monforte de Lemos. En 1622 hubo de viajar a Madrid para visitar a su madre enferma, y ese mismo año moriría él, en el mes de octubre, repentinamente, cuando contaba con tan sólo cuarenta y seis años de edad.
La mayor parte de su obra literaria se ha perdido, aunque se sabe que escribió varios poemas para las academias y certámenes literarios, y varias composiciones dramáticas, dentro de los preceptos clásicos. En la academia de los Ociosos presentó una comedia suya —de título desconocido— que cosechó grandes elogios. En 1613 envió a su hermano Francisco de Castro la primera jornada de una comedia que estaba escribiendo, y sobre la que el propio autor se mostraba orgulloso y dispuesto a terminarla: “no me desagrada […] Orsu, finiamola y representémosla en Gaeta”.
En 1618 trabajaba en otra comedia (cuyo nombre ignoramos también), que envió a Francisco de Borja, príncipe de Esquilache, para recabar su opinión; la respuesta de este último sólo nos permite hacernos una vaga idea de cómo era la primera parte de la obra, probablemente la loa: “del prólogo puedo deciros que es excelente y que hablan las dos figuras con mucho desenfado, cada una dentro de sus límites, que es el pecado en que caen de ordinario todos los cómicos”. Su última comedia fue escrita, al parecer, en 1620, estando ya el conde en Monforte de Lemos, participó en unos festejos devocionales con una comedia “grave, cortesana y festicia [sic], compuesta por el conde que dio mucho gusto, por guardar en su composición todo el rigor del arte y llena de ciencia y graciosidad”; fue representada en el claustro de San Vicente. Una vez más, el dato que falta por conocer es el título de la pieza.
La hicieron Pinedo y Osorio; se representaron dos entremeses y un baile final.-Nadie pierda la esperanza.
Atribuida al conde en un Catálogomanuscrito de la BMPS, parece ser obra de Juan de Lemus.